1Una vez concluidas todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaún. 2Se encontraba enfermo y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. 3Habiendo oído hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos para rogarle que viniera y salvara a su siervo. 4Éstos, llegando ante Jesús, le suplicaban insistentemente, diciendo: "Merece que se lo concedas, 5porque ama a nuestro pueblo y él mismo nos ha edificado la sinagoga." 6Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo,