39Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: "Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora." 40Jesús le respondió: "Simón, tengo algo que decirte." Él dijo: "Di, maestro." 41"Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. 42Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?" 43Respondió Simón: "Supongo que aquel a quien perdonó más." Él le dijo: "Has juzgado bien." 44Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. 46No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. 47Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra." 48Y le dijo a ella: "Tus pecados quedan perdonados."