Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Eclesiástico 4, 10-18

10 No te gloríes en la deshonra de tu padre, que la deshonra de tu
padre no es gloria para ti.

11 Pues la gloria del hombre procede de la honra de su padre, y
baldón de los hijos es la madre en desdoro.

12 Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes
tristeza.

13 Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en
la plenitud de tu vigor.

14 Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido, será para ti
restauración en lugar de tus pecados.

15 El día de tu tribulación se acordará El de ti; como hielo en buen
tiempo, se disolverán tus pecados.

16 Como blasfemo es el que abandona a su padre, maldito del Señor
quien irrita a su madre.


Dios.

17 Haz, hijo, tus obras con dulzura, así serás amado por el acepto a

18 Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y ante el Señor

hallarás gracia.

20 Pues grande es el poderío del Señor, y por los humildes es
glorificado.

21 No busques lo que te sobrepasa, ni lo que excede tus fuerzas trates
de escrutar.

22 Lo que se te encomienda, eso medita, que no te es menester lo que
está oculto.

23 En lo que excede a tus obras no te fatigues, pues más de lo que
alcanza la inteligencia humana se te ha mostrado ya.

24 Que a muchos descaminaron sus prejuicios, una falsa ilusión
extravió sus pensamientos.

26 El corazón obstinado en mal acaba, y el que ama el peligro caerá

en él.

27 El corazón obstinado se carga de fatigas, el pecador acumula

pecado tras pecado.

28 Para la adversidad del orgulloso no hay remedio, pues la planta del
mal ha echado en él raíces.

29 El corazón del prudente medita los enigmas. un oído que le
escuche es el anhelo del sabio.

30 El agua apaga el fuego llameante, la limosma perdona los pecados.


31 Quien con favor responde prepara el porvenir, el día de su caída
encontrará un apoyo.