Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 59, 6-19

6 Sus hilos no sirven para vestido ni con sus tejidos se pueden cubrir.

Sus obras son obras inicuas y acciones violentas hay en sus manos.

7 Sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre inocente. Sus
proyectos son proyectos inicuos, destrucción y quebranto en sus caminos.

8 Camino de paz no conocen, y derecho no hay en sus pasos. Tuercen
sus caminos para provecho propio, ninguno de los que por ellos pasan
conoce la paz.

9 Por eso se alejó de nosotros el derecho y no nos alcanzó la justicia.
Esperábamos la luz, y hubo tinieblas, la claridad, y
anduvimos en
oscuridad.

10 Palpamos la pared como los ciegos y como los que no tienen ojos
vacilamos. Tropezamos al mediodía como si fuera al anochecer,
y
habitamos entre los sanos como los muertos.


11 Todos nosotros gruñimos como osos y zureamos sin cesar como
palomas. Esperamos el derecho y no hubo, la salvación, y se alejó de
nosotros.

12 Porque fueron muchas nuestras rebeldías delante de ti, y nuestros
pecados testifican contra nosotros, pues nuestras rebeldías nos acompañan y
conocemos nuestras culpas:

13 rebelarse y renegar de Yahveh, apartarse de seguir a nuestro Dios,
hablar de opresión y revueltas, concebir y musitar en el corazón
palabras
engañosas.

14 Porque ha sido rechazado el juicio y la justicia queda lejos. Porque
la verdad en la plaza ha tropezado y la rectitud no puede entrar.

15 La verdad se echa en falta y el que se aparta del mal es despojado.

Lo vio Yahveh y pareció mal a sus ojos que no hubiera derecho.

16 Vio que no había nadie y se maravilló de que no hubiera intercesor.

Entonces le salvó su brazo y su justicia le sostuvo.

17 Se puso la justicia como coraza y el casco de salvación en su
cabeza. Se puso como túnica vestidos de venganza y se vistió el celo como
un manto.

18 Según los merecimientos así pagará: ira para sus opresores y
represalia para sus enemigos. Dará a las islas su merecido.

19 Temerán desde Occidente el nombre de Yahveh y desde el Oriente
verán su gloria, pues vendrá como un torrente encajonado contra el
que
irrumpe con fuerza el soplo de Yahveh.