Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jeremías 7, 21-30

21 Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel. Añadid vuestros
holocaustos a vuestros sacrificios y comeos la carne.

22 Que cuando yo saqué a vuestros padres del país de Egipto, no les
hablé ni les mandé nada tocante a holocausto y sacrificio.

23 Lo que les mandé fue esto otro: «Escuchad mi voz y yo seré
vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y seguiréis todo camino que yo os
mandare, para que os vaya bien.»

24 Mas ellos no escucharon ni prestaron el oído, sino que procedieron
en sus consejos según la pertinacia de su mal corazón, y se
pusieron de
espaldas, que no de cara;

25 desde la fecha en que salieron vuestros padres del país de Egipto
hasta el día de hoy, os envié a todos mis siervos, los profetas,
cada día
puntualmente.


26 Pero no me escucharon ni aplicaron el oído, sino que atiesando la
cerviz hicieron peor que sus padres.

27 Les dirás, pues, todas estas palabras, mas no te escucharán. Les
llamarás y no te responderán.

28 Entonces les dirás: Esta es la nación que no ha escuchado la voz de
Yahveh su Dios, ni ha querido aprender. Ha perecido la lealtad, ha
desaparecido de su boca.

29 Córtate tus guedejas y tíralas, y entona por los calveros una elegía;
que Yahveh ha desechado y repudiado a la generación objeto de su cólera.

30 Los hijos de Judá han hecho lo que me parece malo - oráculo de
Yahveh -: han puesto sus Monstruos abominables en la Casa que llaman por
mi Nombre profanándola,