...la Biblia de Jerusalén
Job 22, 9-25
9 despachabas a las viudas con las manos vacías y quebrabas los
brazos de los huérfanos.
10 Por eso los lazos te aprisionan y te estremece un pavor súbito.
11 La luz se hace tiniebla, y ya no ves, y una masa de agua te
sumerge.
12 ¿No está Dios en lo alto de los cielos? ¡Mira la cabeza de las
estrellas, qué altas!
13 Y tú has dicho: «¿Qué conoce Dios? ¿Discierne acaso a través del
nublado?
14 Un velo opaco son las nubes para él, y anda por el contorno de los
cielos.»
15 ¿Vas a seguir tú la ruta antigua que anduvieron los hombres
perversos?
16 Antes de tiempo fueron aventados, cuando un río arrasó sus
cimientos.
17 Los que decían a Dios: «¡Apártate de nosotros! ¿Qué puede
hacernos Sadday?»
18 Y era él el que colmaba sus casas de ventura, aunque el consejo de
los malos seguía lejos de él.
19 Al verlo los justos se recrean, y de ellos hace burla el inocente:
20 «¡Cómo acabó nuestro adversario! ¡el fuego ha devorado su
opulencia!».
21 Reconcíliate con él y haz la paz: así tu dicha te será devuelta.
22 Recibe de su boca la enseñanza, pon sus palabras en tu corazón.
23 Si vuelves a Sadday con humildad, si alejas de tu tienda la
injusticia,
24 si tiras al polvo el oro, el Ofir a los guijarros del torrente,
25 Sadday se te hará lingotes de oro y plata a montones para ti.