Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Juan 8, 45-58

45 Pero a mí, como os digo la verdad, no me creéis.

46 ¿Quién de vosotros puede probar que soy pecador? Si digo la
verdad, ¿por qué no me creéis?

47 El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las
escucháis, porque no sois de Dios.»

48 Los judíos le respondieron: «¿No decimos, con razón, que eres
samaritano y que tienes un demonio?»

49 Respondió Jesús: «Yo no tengo un demonio; sino que honro a mi
Padre, y vosotros me deshonráis a mí.

50 Pero yo no busco mi gloria; ya hay quien la busca y juzga.

51 En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá
la muerte jamás.»

52 Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un
demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: “Si
alguno
guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás.”

53 ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió?

También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?»

54 Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no
valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: “El es
nuestro Dios”,

55 y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que
no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco,
y
guardo su Palabra.

56 Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio
y se alegró.»

57 Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y
has visto a Abraham?»


58 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que
Abraham existiera, Yo Soy.»