Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 18, 12-24

12 Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis
ganancias.”

13 En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni
a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!

¡Ten compasión de mí, que soy pecador!”

14 Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo
el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»

15 Le presentaban también los niños pequeños para que los tocara, y
al verlo los discípulos, les reñían.

16 Mas Jesús llamó a los niños, diciendo: «Dejad que los niños
vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el
Reino de Dios.

17 Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no
entrará en él.»

18 Uno de los principales le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de
hacer para tener en herencia vida eterna?»

19 Le dijo Jesús: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino
sólo Dios.

20 Ya sabes los mandamientos: = No cometas adulterio, no mates, no
robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» =

21 El dijo: «Todo eso lo he guardado desde mi juventud.»

22 Oyendo esto Jesús, le dijo: «Aún te falta una cosa. Todo cuanto
tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos;
luego, ven y sígueme.»

23 Al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

24 Viéndole Jesús, dijo: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas
entren en el Reino de Dios!