Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Lucas 9, 14-25

14 Pues había como 5.000 hombres. El dijo a sus discípulos: «Haced
que se acomoden por grupos de unos cincuenta.»

15 Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos.

16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los
ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando
a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente.

17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les
habían sobrado: doce canastos.

18 Y sucedió que mientras él estaba orando a solas, se hallaban con él
los discípulos y él les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

19 Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías;
otros, que un profeta de los antiguos había resucitado.»

20 Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contestó:

«El Cristo de Dios.»

21 Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie.

22 Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por
los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al
tercer día.»

23 Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

24 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su
vida por mí, ése la salvará.

25 Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si
él mismo se pierde o se arruina?