Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Marcos 8, 19-33

19 cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos
llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.

20 «Y cuando partí los siete entre los 4.000, ¿cuántas espuertas llenas
de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»

21 Y continuó: «¿Aún no entendéis?»

22 Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le
toque.

23 Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y
habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba:

«¿Ves algo?»

24 El, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como
árboles, pero que andan.»

25 Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver
perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas
las cosas.

26 Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»


27 Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de
Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen
los hombres que soy yo?»

28 Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías;
otros, que uno de los profetas.»

29 Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro
le contesta: «Tú eres el Cristo.»

30 Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.

31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho
y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser
matado y resucitar a los tres días.

32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a
reprenderle.

33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro,
diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son
los de Dios, sino los de los hombres.»