Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Mateo 22, 2-28

2 «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el
banquete de bodas de su hijo.

3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no
quisieron venir.

4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados:
“Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y
animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda.”

5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su
negocio;

6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron.

7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos
homicidas y prendió fuego a su ciudad.

8 Entonces dice a sus siervos: “La boda está preparada, pero los
invitados no eran dignos.

9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis,
invitadlos a la boda.”

10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que
encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.

11 «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno
que no tenía traje de boda,

12 le dice: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?” El se
quedó callado.

13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Atadle de pies y manos,
y
echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de
dientes.”

14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.»

15 Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma
de sorprenderle en alguna palabra.

16 Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle:

«Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios
con
franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de
las personas.

17 Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?»
18 Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me

tentáis?


19 Mostradme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario.
20 Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?»

21 Dícenle: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César
devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.»

22 Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándole, se fueron.

23 Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya
resurrección, y le preguntaron:

24 «Maestro, Moisés dijo: Si alguien muere sin tener hijos, su
hermano se casará con la mujer de aquél para dar descendencia a su
hermano.

25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se
casó y murió; y, no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano.

26 Sucedió lo mismo con el segundo, y con el tercero, hasta los siete.
27 Después de todos murió la mujer.

28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque
todos la tuvieron.»