18 el principio, el fin y el medio de los tiempos, los cambios de los
solsticios y la sucesión de las estaciones,
19 los ciclos del año y la posición de las estrellas,
20 la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder
de los espíritus y los pensamientos de los hombres, las variedades
de las
plantas y las virtudes de las raíces.
21 Cuanto está oculto y cuanto se ve, todo lo conocí, porque el
artífice de todo, la Sabiduría, me lo enseñó.
22 Pues hay en ella un espíritu inteligente, santo, único, múltiple,
sutil, ágil, perspicaz, inmaculado, claro, impasible, amante del bien, agudo,
23 incoercible, bienhechor, amigo del hombre, firme, seguro, sereno,
que todo lo puede, todo lo observa, penetra todos los
espíritus, los
inteligentes, los puros, los más sutiles.
24 Porque a todo movimiento supera en movilidad la Sabiduría, todo
lo atraviesa y penetra en virtud de su pureza.
25 Es un hálito del poder de Dios, una emanación pura de la gloria
del Omnipotente, por lo que nada manchado llega a alcanzarla.
26 Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad
de Dios, una imagen de su bondad.