Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 38, 4-22

4 (5) Mis culpas sobrepasan mi cabeza, como un peso harto grave
para mí;

5 (6) mis llagas son hedor y putridez, debido a mi locura;

6 (7) encorvado, abatido totalmente, sombrío ando todo el día.

7 (8) Están mis lomos túmidos de fiebre, nada hay sano ya en mi
carne;

8 (9) entumecido, molido totalmente, me hace rugir la convulsión del
corazón.

9 (10) Señor, todo mi anhelo ante tus ojos, mi gemido no se te oculta

a ti.


10 (11) Me traquetea el corazón, las fuerzas me abandonan, y la luz
misma de mis ojos me falta.

11 (12) Mis amigos y compañeros se partan de mi llaga, mis
allegados a distancia se quedan;

12 (13) y tienden lazos los que buscan mi alma, los que traman mi
mal hablan de ruina, y todo el día andan urdiendo fraudes.

13 (14) Mas yo como un sordo soy, no oigo, como un mudo que no
abre la boca;

14 (15) sí, soy como un hombre que no oye, ni tiene réplica en sus
labios.

15 (16) Que en ti, Yahveh, yo espero, tú responderás, Señor, Dios

mío.

16 (17) He dicho: «! No se rían de mí, no me dominen cuando mi pie

resbale!».

17 (18) Y ahora ya estoy a punto de caída, mi tormento sin cesar está
ante mí.

18 (19) Sí, mi culpa confieso, acongojado estoy por mi pecado.

19 (20) Aumentan mis enemigos sin razón, muchos son los que sin
causa me odian,

20 (21) los que me devuelven mal por bien y me acusan cuando yo el
bien busco.

21 (22) ¡No me abandones, tú, Yahveh, Dios mío, no estés lejos de

mí!

22 (23) Date prisa a auxiliarme, oh Señor, mi salvación!