Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Tobías 11, 8-10

8 Untale los ojos con la hiel del pez, y el remedio hará que las
manchas blancas se contraigan y se le caerán como escamos de los ojos. Y
así tu padre podrá mirar y ver la luz.»

9 Corrió Ana y se echó al cuello de su hijo, diciendo: «¡Ya te he
visto, hijo! ¡Ya puedo morir!» Y rompió a llorar.

10 Tobit se levantó y trompicando salió a la puerta del patio.