12 ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos
servir a los egipcios? Porque mejor nos es servir a los egipcios que morir en
el desierto.»
13 Contestó Moisés al pueblo: «No temáis; estad firmes, y veréis la
salvación que Yahveh os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora
veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
14 Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que
preocuparos.»
15 Dijo Yahveh a Moisés: «¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los
israelitas que se pongan en marcha.
16 Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para
que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto.
17 Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los
persigan, y me cubriré de gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, de
sus carros y de los guerreros de los carros.
18 Sabrán los egipcios que yo soy Yahveh, cuando me haya cubierto
de gloria a costa de Faraón, de sus carros y de sus jinetes.
19 Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del
ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube
de
delante se desplazó de allí y se colocó detrás,