8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se
han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han
ofrecido
sacrificios y han dicho: “Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la
tierra de Egipto.”»
9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de
dura cerviz.
10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de
ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: “¿Por
qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste
de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?