2tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, 3he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, 4para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. 5Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel 6los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. 7No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad. 8Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el grupo de su turno, 9le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. 10Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. 11Se le apareció el ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12Al verle Zacarías, se sobresaltó, y el temor se apoderó de él. 13El ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada 14será para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento, 15porque será grande ante el Señor 16y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel 17e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto." 18Zacarías dijo al ángel: "¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer de avanzada edad." 19El ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. 20Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas." 21El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de que se demorara tanto en el Santuario. 22Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario 23Una vez cumplidos los días de su servicio se fue a su casa.