59Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60pero su madre, tomando la palabra, dijo: "No 61Le decían: "No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre." 62Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. 63Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Y todos quedaron admirados. 64Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. 65Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas 66todos los que las oían las grababan en su corazón, diciéndose: "Pues ¿qué será este niño?" Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. 67Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo y profetizó diciendo: 68"Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo, 69y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, 70como había prometido desde antiguo, por boca de sus santos profetas, 71que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian 72teniendo misericordia con nuestros padres y recordando su santa alianza 73el juramento que juró a Abrahán nuestro padre, de concedernos 74que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor 75en santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. 76Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos 77y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación mediante el perdón de sus pecados, 78por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de lo alto, 79a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz." 80El niño crecía y su espíritu se fortalecía y vivió en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.