26Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él 27Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: "¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!" 28Pero él dijo: "Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan." 29Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: "Esta generación es una generación malvada 30Porque así como Jonás fue signo para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. 31La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará 32Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán 33"Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor. 34Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado 35Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad. 36Si, pues, tu cuerpo está enteramente iluminado, sin parte alguna oscura, estará tan enteramente luminoso, como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor." 37Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuera a comer con él 38El fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. 39Pero el Señor le dijo: "¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. 40¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? 41Dad más bien en limosna lo que tenéis y entonces todo será puro para vosotros.