32Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán 33"Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor. 34Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado 35Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad.