11"Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, 12porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir." 13Uno de la gente le dijo: "Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo." 14Él le respondió: "¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?" 15Y les dijo: "Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida."