26Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás? 27Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! 29Así, pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos. 30Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo 31Buscad más bien su Reino y esas cosas se os darán por añadidura. 32"No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino. 33"Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe 34porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. 35"Tened ceñida la cintura y las lámparas encendidas, 36y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. 37Dichosos los siervos a quienes el señor, al venir, encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. 38Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos ellos! 39Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. 40Estad también vosotros preparados, porque cuando menos lo penséis, vendrá el Hijo del hombre." 41Dijo Pedro: "Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?" 42Respondió el Señor: "¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? 43Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. 44De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. 45Pero si aquel siervo se dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, 46vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le castigará severamente y le señalará su suerte entre los infieles. 47"Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes 48el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos 49"He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! 50Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! 51"¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, os lo aseguro, sino división. 52Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos 53estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre 54Decía también a la gente: "Cuando veis que una nube se levanta por occidente, al momento decís: "Va a llover", y así sucede. 55Y cuando sopla el sur, decís: "Viene bochorno", y así sucede. 56¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? 57"¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? 58Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel.