13Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. 14Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: "Hay seis días en que se puede trabajar 15Replicóle el Señor: "¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? 16Y a ésta, que es hija de Abrahán, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?" 17Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban abochornados, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía. 18Decía, pues: "¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? 19Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto 20Dijo también: "¿A qué compararé el Reino de Dios? 21Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó." 22Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. 23Uno le dijo: "Señor, ¿son pocos los que se salvan?" Él les dijo: 24"Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. 25"Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." 26Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas". 27Pero os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los malhechores!" 28"Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.