14y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos." 15Al oír esto, uno de los comensales le dijo: "¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!" 16Él le respondió: "Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos 17a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." 18Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo 19Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas 20Otro dijo: "Me acabo de casar, y por eso no puedo ir." 21"Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, el dueño de la casa, airado, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, a ciegos y cojos." 22Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." 23Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." 24Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena." 25Caminaba con él mucha gente y, volviéndose, les dijo: 26"Si alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28"Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla?