5Y a ellos les dijo: "¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?" 6Y no pudieron replicar a esto. 7Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 8"Cuando alguien te invite a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya invitado a otro más distinguido que tú 9y, viniendo el que os invitó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y tengas que ir, avergonzado, a sentarte en el último puesto. 10Al contrario, cuando te inviten, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te invitó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. 11Porque todo el que se ensalce, será humillado 12Dijo también al que le había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos 13Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos 14y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos." 15Al oír esto, uno de los comensales le dijo: "¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!" 16Él le respondió: "Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos 17a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." 18Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo 19Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas 20Otro dijo: "Me acabo de casar, y por eso no puedo ir." 21"Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, el dueño de la casa, airado, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, a ciegos y cojos." 22Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." 23Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." 24Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena." 25Caminaba con él mucha gente y, volviéndose, les dijo: 26"Si alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28"Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? 29No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30"Éste comenzó a edificar y no pudo terminar." 31O ¿qué rey, antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede salir al paso del que viene contra él con veinte mil? 32Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.