2Le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo." 3Se dijo entre sí el administrador: "¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo 4Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas." 5"Y llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?" 6Respondió: "Cien medidas de aceite." Él le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta." 7Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta." 8"El señor alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos de la luz. 9"Yo os digo: Haceos amigos con el dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. 10El que es fiel en lo insignificante, lo es también en lo importante 11Si, pues, no fuisteis fieles en el dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? 12Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? 13"Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro 14Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que son amigos del dinero, y se burlaban de él. 15Y les dijo: "Vosotros sois los que os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones 16"La Ley y los profetas llegan hasta Juan 17"Más fácil es que el cielo y la tierra pasen que no que caiga un ápice de la Ley. 18"Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio 19"Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. 20Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,