23Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y arreciaban en sus gritos. 24Pilato sentenció que se cumpliera su demanda. 25Soltó, pues, al que habían pedido, al que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su deseo. 26Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. 27Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. 28Jesús se volvió a ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí 29Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! 30Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepultadnos! 31Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará?" 32Llevaban además a otros dos malhechores para ejecutarlos con él. 33Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." Se repartieron sus vestidos, echando suertes. 35Estaba el pueblo mirando 36También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre