11Pero a ellos todas aquellas palabras les parecían desatinos y no les creían. 12Con todo, Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio los lienzos y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido. 13Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que dista sesenta estadios de Jerusalén, 14y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó a ellos y caminó a su lado 16pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerle. 17Él les dijo: "¿De qué discutís por el camino?" Ellos se pararon con aire entristecido. 18Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que han pasado allí éstos días?" 19Él les dijo: "¿Qué cosas?" Ellos le dijeron: "Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo 20cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel