2durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre. 3Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan." 4Jesús le respondió: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre." 5Llevándole luego a una altura le mostró en un instante todos los reinos de la tierra 6y le dijo el diablo: "Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque me la han entregado a mí y yo se la doy a quien quiero. 7Si, pues, me adoras, toda será tuya." 8Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto." 9Le llevó después a Jerusalén, le puso sobre el alero del Templo y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo 10porque está escrito: A sus ángeles te encomendará para que te guarden. 11Y: En sus manos te llevarán para que no tropiece tu pie en piedra alguna." 12Jesús le respondió: "Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios." 13Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo propicio. 14Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. 15Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. 16Vino a Nazará, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. 17Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: 18El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19y proclamar un año de gracia del Señor. 20Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. 21Comenzó, pues, a decirles: "Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy." 22Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿Acaso no es éste el hijo de José?" 23Él les dijo: "Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu patria." 24Y añadió: "En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria." 25"Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país