13Él extendió la mano, le tocó y dijo: "Quiero, queda limpio." Y al instante le desapareció la lepra. 14Le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: "Vete, preséntate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio." 15Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. 16Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.