15Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. 16Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba. 17Un día que estaba enseñando, había sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones.