36Cuando cesó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. 37Al día siguiente, cuando bajaron del monte, le salió al encuentro mucha gente. 38En esto, un hombre de entre la gente empezó a gritar: "Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo. 39Mira, un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma, y difícilmente se aparta de él y le deja magullado.