38En esto, un hombre de entre la gente empezó a gritar: "Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo. 39Mira, un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma, y difícilmente se aparta de él y le deja magullado. 40He pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido."