6Partieron, pues, y recorrieron los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. 7Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba y estaba perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos 8otros, que Elías se había aparecido, y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. 9Herodes dijo: "A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?" Y buscaba verle. 10Cuando los apóstoles regresaron le contaron cuanto habían hecho. Y él, tomándolos consigo, se retiró aparte, hacia una ciudad llamada Betsaida. 11Pero la gente lo supo y le siguieron. Él los acogía, les hablaba del Reino de Dios y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12Pero el día había comenzado a declinar y, acercándose los Doce, le dijeron: "Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado." 13Él les dijo: "Dadles vosotros de comer." Pero ellos respondieron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces 14Pues había como cinco mil hombres. Él dijo a sus discípulos: "Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta." 15Lo hicieron así y acomodaron a todos. 16Tomó entonces los cinco panes y los dos peces y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.