34Raza de víboras, ¿cómo podéis vosotros hablar cosas buenas siendo malos? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca. 35El hombre bueno, del buen tesoro saca cosas buenas y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas. 36Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio. 37Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado." 38Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: "Maestro, queremos ver un signo hecho por ti."