5Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra 6pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. 7Otras cayeron entre abrojos 8Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. 9El que tenga oídos, que oiga." 10Y acercándose los discípulos le dijeron: "¿Por qué les hablas en parábolas?" 11Él les respondió: "Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. 12Porque a quien tiene se le dará y le sobrará 13Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 14En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. 15Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado 16"¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!