8Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. 9El que tenga oídos, que oiga." 10Y acercándose los discípulos le dijeron: "¿Por qué les hablas en parábolas?" 11Él les respondió: "Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. 12Porque a quien tiene se le dará y le sobrará 13Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 14En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. 15Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado 16"¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! 17Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. 18"Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.