9Entristecióse el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se le diese, 10y envió a decapitar a Juan en la cárcel. 11Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. 12Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron 13Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, le siguieron a pie de las ciudades. 14Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos. 15Al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: "El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida." 16Mas Jesús les dijo: "No tienen por qué marcharse 17Dícenle ellos: "No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces." 18Él dijo: "Traédmelos acá." 19Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba 20Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. 21Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. 22Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. 23Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar 24La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. 25Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. 26Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: "Es un fantasma", y de miedo se pusieron a gritar. 27Pero al instante les habló Jesús diciendo: "¡Ánimo!, soy yo