31De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían 32Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino." 33Le dicen los discípulos: "¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?" 34Díceles Jesús: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos dijeron: "Siete, y unos pocos pececillos." 35Él mandó a la gente acomodarse en el suelo. 36Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. 37Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.