21[Esta clase (de demonios) sólo se la expulsa con la oración y el ayuno.] 22Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres 23le matarán, y al tercer día resucitará." Y se entristecieron mucho. 24Cuando entraron en Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobraban las didracmas y le dijeron: "¿No paga vuestro Maestro las didracmas?" 25Dice él: "Sí." Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: "¿Qué te parece, Simón? 26Al contestar él: "De los extraños", Jesús le dijo: "Por tanto, libres están los hijos. 27Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti."