7Se enojó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. 8Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. 9Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda." 10Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. 11"Cuando entró el rey a ver a los comensales vio allí uno que no tenía traje de boda 12le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" Él se quedó callado. 13Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera 14Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos." 15Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. 16Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: "Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. 17Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?" 18Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis? 19Mostradme la moneda del tributo." Ellos le presentaron un denario. 20Y les dice: "¿De quién es esta imagen y la inscripción?" 21Dícenle: "Del César." Entonces les dice: "Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios." 22Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándole, se fueron. 23Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaron: 24"Maestro, Moisés dijo: Si alguien muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de aquél para dar descendencia a su hermano. 25Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió 26Sucedió lo mismo con el segundo, y con el tercero, hasta los siete. 27Después de todos murió la mujer. 28En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos la tuvieron." 29Jesús les respondió: "Estáis en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios.