24Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo." 26Mas su señor le respondió: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí 27debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. 28Quitadle, por tanto, el talento y dádselo al que tiene los diez talentos. 29Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará 30Y al siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." 31"Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. 32Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. 33Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis de comer 36estaba desnudo, y me vestisteis 37Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer 38¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos 39¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y acudimos a ti?" 40Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."