49Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: "¡Salve, Rabbí!", y le dio un beso. 50Jesús le dijo: "Amigo, ¡a lo que estás aquí!" Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron. 51En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja. 52Dícele entonces Jesús: "Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán.