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Evangelio: Mateo 28,2-12.
2 De pronto se produjo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella.
3 Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve.
4 Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos.
5 El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: "Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado
6 no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba.
7 Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea
8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos.
9 En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "¡Salve!" Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron.
10 Entonces les dice Jesús: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado.
12 Éstos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados,
3 Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve.
4 Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos.
5 El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: "Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado
6 no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba.
7 Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea
8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos.
9 En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "¡Salve!" Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron.
10 Entonces les dice Jesús: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado.
12 Éstos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados,
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