1Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. 5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.