22Dícele Jesús: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos." 23Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. 24De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas 25Acercándose ellos le despertaron diciendo: "¡Señor, sálvanos, que perecemos!"