30Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo. 31Y le suplicaban los demonios: "Si nos echas, mándanos a la piara de puercos." 32Él les dijo: "Id." Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas. 33Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.