1Subiendo a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. 2En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: "¡Ánimo!, hijo, tus pecados te son perdonados." 3Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: "Éste está blasfemando." 4Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: "¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: 5"Levántate y anda"? 6Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa"." 7Él se levantó y se fue a su casa. 8Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.