10Y sucedió que estando él a la mesa en la casa, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11Al verlo los fariseos decían a los discípulos: "¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?" 12Mas él, al oírlo, dijo: "No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. 13Id, pues, a aprender qué significa Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores." 14Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?" 15Jesús les dijo: "¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio 16Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. 17Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos 18Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postraba ante él diciendo: "Mi hija acaba de morir, pero ven, impón tu mano sobre ella y vivirá."