21Pues se decía para sí: "Con sólo tocar su manto, me salvaré." 22Jesús se volvió, y al verla le dijo: "¡Ánimo!, hija, tu fe te ha salvado." Y se salvó la mujer desde aquel momento. 23Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, 24decía: "¡Retiraos! La muchacha no ha muerto 25Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó.